En estos tiempos de abrazos, sonrisas y propuestas, debemos recordar momentos difíciles que ciento de salteños y salteñas aguantaron por decisiones de actores políticos y sindicales locales que, le sustrajeron su trabajo.
Durante este periodo de tiempo, los echados con nombre y apellidos por el FA y el PIT CNT local, tuvieron un estado de ánimo admirable, en donde la paciencia sobresalió en todos y cada uno, sin carpas, sin quejas, sin odio ni rencor, viendo como personas que, levantaban banderas de la conciencia de clase, ingresaban a la historia convertidos en sancocho.
La ley 1414 el que cagó, cagó, tenemos que meter los nuestros militantes como sea, sin afectarles luchas históricas del movimiento sindical, torturas y violaciones a los DDHH sufridas por políticos de la izquierda uruguaya que, en muchos de los casos dejaron la vida por defender a la trabajadores.
En Salto se desconoce precedente, en donde un intendente, un partido político y una central sindical toda se aglomere para señalar y decidir la vida doscientas cincuenta personas en su mayoría jefas de hogar. Lo más triste es que, habían parásitos festejando como un logro político, quitarles el trabajo a personas por el solo hecho de pensar diferente.
La historia maestra, nos dice que la vida se encarga de poner las cosas en su lugar, entiendo que la historia la hacen los hombres y en estas lides electorales nuestra decisión puede ayudar a la vida y a la historia para que algún día nuestros hijos puedan decir pasamos de ser un país acomodados y mantenidos a ser un país de trabajadores.
P/R